miércoles, 6 de agosto de 2014

La polémica municipal


La polémica permanente parece acompañar a la nueva alcaldesa de Gijón desde que tomó posesión de su cargo y, como la previsión es la de continuar por esos derroteros, conviene analizar las causas del fenómeno. El origen hay que buscarlo en la particular manera que tiene la regidora de entender la política. Los indicios resultan evidentes: en los más de 30 años de vida democrática parece que nunca ejerció el derecho al voto en unas elecciones; excluye a los políticos considerados de izquierdas de los cargos de representación en las empresas municipales; no disimula su malquerencia por la Semana Negra por motivos ideológicos; afición manifiesta por la ‘fiesta nacional’ de los toros y los actos religiosos; decide mantener su actividad profesional (cirugía), presentándola como un compromiso personal con la caridad; critica a los políticos que se quedan en el paro, con lo que muestra su prejuicio hacia los parados; etcétera.
Estos hechos obedecen a un modelo político claro: la tecnocracia. En este sistema la participación ciudadana en la política se reduce al mínimo, apenas se tiene en cuenta el pluralismo ideológico, y la gobernabilidad recae sobre profesionales (con bajo perfil político), que dirigen los asuntos públicos con criterios empresariales. Éste es el rasgo más característico de FAC y esto fue lo que votamos los asturianos. En mi opinión hemos dado un paso atrás en las conquistas democráticas, es decir, en el objetivo de conseguir una sociedad más justa y hemos enfilado el camino de retorno hacia la España profunda.


                                                           Gijón, 29-8-2011

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